Una mujer puso en su anuncio de una página de contactos que, como le gustaban los retos, buscaba a un hombre ignorante, aburrido e hipócrita, que la llevara a cenar, le hablara de fútbol, le manchara el vestido en el postre, no se lavara las manos al salir del aseo y le hiciera pagar la cuenta. Con ello pretendía llamar la atención del tipo de hombre que era todo lo contrario, puesto que cuando decía buscar todo lo contrario sólo recibía mensajes de individuos que le parecían patéticos. Su técnica era como mínimo original, merecía que le ofrecieran lo que estaba buscando. De esta manera:
Hola nena así que te ban los retos ya ya uffff, madre mi a, estas pa mogar pan, tú sí ke eres un reto, jjajajjaja, agrégame, anda: xxxx_xxxx@hotmail.com. ¿Te atreves?
Quisiera llevarte en la moto que no tengo a cenar a un restaurante que habrán cerrado meses antes por falta de higiene, meterte en un bar de viejos a comer unas tapas de anteayer cocinadas con desgana, y mientras voy picando de tu plato sin pedirte permiso, volcarte el vino sobre el pecho izquierdo e intentar limpiártelo con el puño de mi camisa; hablarte de cómo gemía mi ex en la cama y de la gran mujer que es mi madre y lo mucho que sigo siempre sus órdenes y consejos en materia de hembras; beberme incluso tu copa de vino y tropezar al volver de vomitar en el lavabo por mirarle las tetas a una chica feúcha de 16 años; pedirte dinero prestado para pagar mi parte de la cena, asegurándote que luego sacaré de un cajero con una tarjeta que me habré olvidado no sé bien dónde, si es que alguna vez la tuve, y, tocándote el brazo más a menudo de lo que te es soportable cada vez que eructo una frase; decirte que estás muy buena, que ya lo sabes, que te lo habrán dicho alguna vez, que seguro que follas todo lo que quieres (y que haces bien); decirte que llevas un peinado algo raro y, mientras intento quitártelas, comentar que estás más guapa sin las gafas (a la vez que se me pierden los ojos en tu escote repetidas veces sin poder evitarlo); que me pilles mirándote el culo con cara de vicio cuando te levantas para ir a la barra a pedir una manzanilla y guiñándole el ojo al camarero, que me mira con desprecio; que me hables de tu ex, un mulato brasileño, y te suelte algo así como que los moros y los negros, ya se sabe, la tienen grande pero les huele mal; que no es culpa suya, es que son así y, claro, en eso los españoles les ganamos tarde o temprano la partida; y que lo único que saben hacer es jugar a fútbol (ahí te citaré nombres de unos 20 jugadores negros o mulatos y hablaré sobre los equipos en que juegan, para luego pasar a oscuras profecías sobre quién va a ganar la liga y después preguntarle en voz alta al camarero a grito pelao: “¿Tengo razón o no, maestro?” Para cuando me dé por volver al tema del tamaño de mi pene (porque eso hay que hacerlo, os pone), haré una matización: en realidad soy un caso extraño, la tengo pequeña, casi honda, pero en erección se transforma en algo gigantesco. Vamos, que impone y todo. Pero el tamaño no importa, se trata de saber usarla, eso me decía mi ex; y, en materia de mujeres lo primordial es saber tratarlas como se merecen, porque es que lo están pidiendo a gritos (ahí, claro, hay que arriesgarse a ponerse un poco duro, pero con la convicción de que en realidad os mola ese alarde de conocimientos). Ya sólo queda susurrar que en casa tengo una peli porno y unas birritas, y que si “te hace”. Si me dices que te sientes mal y que te vas a casa, eres una frígida y encima una calientapollas, pero eso yo ya lo sabía.
Espero haberte hecho sonreír, (si es que has pasado de las 2 primeras líneas, claro). Lamento decirte que dudo que con ese anuncio hayas conseguido de veras filtrar el 99% de spam. A lo sumo un 40 %. Porque da la casualidad de que posees un par de mamas, una a cada lado del esternón (aunque no se vean en la foto, eso todo el mundo lo sabe), y se da el curioso fenómeno de que la fuerza de dicha certidumbre dificulta a menudo en los hombres la lectura, en caso de que sepan e intenten leer. Te mando un abrazo.
PD: El mail es el mío. ¿Te atreves?
Hola nena así que te ban los retos ya ya uffff, madre mi a, estas pa mogar pan, tú sí ke eres un reto, jjajajjaja, agrégame, anda: xxxx_xxxx@hotmail.com. ¿Te atreves?
Quisiera llevarte en la moto que no tengo a cenar a un restaurante que habrán cerrado meses antes por falta de higiene, meterte en un bar de viejos a comer unas tapas de anteayer cocinadas con desgana, y mientras voy picando de tu plato sin pedirte permiso, volcarte el vino sobre el pecho izquierdo e intentar limpiártelo con el puño de mi camisa; hablarte de cómo gemía mi ex en la cama y de la gran mujer que es mi madre y lo mucho que sigo siempre sus órdenes y consejos en materia de hembras; beberme incluso tu copa de vino y tropezar al volver de vomitar en el lavabo por mirarle las tetas a una chica feúcha de 16 años; pedirte dinero prestado para pagar mi parte de la cena, asegurándote que luego sacaré de un cajero con una tarjeta que me habré olvidado no sé bien dónde, si es que alguna vez la tuve, y, tocándote el brazo más a menudo de lo que te es soportable cada vez que eructo una frase; decirte que estás muy buena, que ya lo sabes, que te lo habrán dicho alguna vez, que seguro que follas todo lo que quieres (y que haces bien); decirte que llevas un peinado algo raro y, mientras intento quitártelas, comentar que estás más guapa sin las gafas (a la vez que se me pierden los ojos en tu escote repetidas veces sin poder evitarlo); que me pilles mirándote el culo con cara de vicio cuando te levantas para ir a la barra a pedir una manzanilla y guiñándole el ojo al camarero, que me mira con desprecio; que me hables de tu ex, un mulato brasileño, y te suelte algo así como que los moros y los negros, ya se sabe, la tienen grande pero les huele mal; que no es culpa suya, es que son así y, claro, en eso los españoles les ganamos tarde o temprano la partida; y que lo único que saben hacer es jugar a fútbol (ahí te citaré nombres de unos 20 jugadores negros o mulatos y hablaré sobre los equipos en que juegan, para luego pasar a oscuras profecías sobre quién va a ganar la liga y después preguntarle en voz alta al camarero a grito pelao: “¿Tengo razón o no, maestro?” Para cuando me dé por volver al tema del tamaño de mi pene (porque eso hay que hacerlo, os pone), haré una matización: en realidad soy un caso extraño, la tengo pequeña, casi honda, pero en erección se transforma en algo gigantesco. Vamos, que impone y todo. Pero el tamaño no importa, se trata de saber usarla, eso me decía mi ex; y, en materia de mujeres lo primordial es saber tratarlas como se merecen, porque es que lo están pidiendo a gritos (ahí, claro, hay que arriesgarse a ponerse un poco duro, pero con la convicción de que en realidad os mola ese alarde de conocimientos). Ya sólo queda susurrar que en casa tengo una peli porno y unas birritas, y que si “te hace”. Si me dices que te sientes mal y que te vas a casa, eres una frígida y encima una calientapollas, pero eso yo ya lo sabía.
Espero haberte hecho sonreír, (si es que has pasado de las 2 primeras líneas, claro). Lamento decirte que dudo que con ese anuncio hayas conseguido de veras filtrar el 99% de spam. A lo sumo un 40 %. Porque da la casualidad de que posees un par de mamas, una a cada lado del esternón (aunque no se vean en la foto, eso todo el mundo lo sabe), y se da el curioso fenómeno de que la fuerza de dicha certidumbre dificulta a menudo en los hombres la lectura, en caso de que sepan e intenten leer. Te mando un abrazo.
PD: El mail es el mío. ¿Te atreves?
13.7.07
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