Esto de que los móviles tengan cámara de fotos puede convertirlo a uno en un friki cuando menos se lo espere, puede sacar de uno actitudes inesperadas. En fin, que soy plenamente consciente de que más o menos la mitad de mis amigos y conocidos no se agacharía en plena calle Calabria a las 6 de la tarde para hacer una foto de una de las esquinas del hueco de un árbol. A ellos les comunico que, a menos de dos palmos de lo que fotografié, había los consabidos y habituales excrementos caninos más o menos resecos. Ah, y creo que me vio alguien, no quise mirar.
.
En fin, sólo quería recordaros que hay vida en la ciudad.
.
Días más tarde el otoño tuvo a bien regalarnos estas imágenes a la altura de París/Avenida Sarrià.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario