miércoles, 21 de enero de 2009

Pretenciosos

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Vamos a peor. Antes el que cortaba la barba era el barbero, y digo yo que el peluquero fue en un principio el que hacía pelucas. El siguiente paso que recuerdo en la escala de la sofisticación fue llamarlo estilista. Eso quedó atrás, ahora te gestionan la imagen, como si de un asunto comercial o burocrático se tratara. Dentro de poco nos la administrarán, y finalmente nos meterán en el Photoshop, nos recortarán, encuadrarán y darán la vuelta, nos aplicarán el contraste automático, nos ajustarán el color como a Michael Jackson, nos moverán las curvas para darnos o quitarnos luz, nos afilarán los contornos con un filtro, y listos. Se creen muy listos.
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Siempre se ha dicho "No funciona". Ahora resulta que habrá que decir:

Está sin funcionamiento
No tiene funcionamiento
Habría que darle funcionamiento
Ha perdido el funcionamiento
Le falta ya funcionamiento
Carece de funcionamiento

Es cierto que los hablantes hacemos la lengua, pero uno ya no sabe si para ello nos valemos de la creatividad, si partimos de la ignorancia, si se trata de una mezcla de ambas o si, sencillamente, a menudo las palabras nuevas nacen de la estupidez.
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